El uso de drones en la arquitectura se ha vuelto más común en los últimos años debido a los avances en la tecnología de los drones.
Y aunque no hay un año específico en el que el uso de drones en la arquitectura haya comenzado de manera generalizada, se puede decir que su adopción en el campo arquitectónico se ha acelerado principalmente desde mediados del 2010.
Las principales aplicaciones o servicios con drones en la arquitectura, son la posibilidad de realizar, Levantamientos Topográficos mediante sistemas de Georreferenciación (RTK) o acompañados de Estaciones Totales de medición topográfica, presentaciones de Proyectos, en los cuales con imágenes iniciales se puede desarrollar modelos y en estos presentar conflictos futuros o hacer una mejor visualización de un diseño realista, y una vez completada la obra, pueden ser utilizados para la gestión y mantenimiento del mismo.
Los drones son herramientas útiles para la recopilación de datos durante la fase de diseño y planificación de proyectos arquitectónicos. Pueden proporcionar imágenes aéreas detalladas de sitios de construcción potenciales, permitiendo a los arquitectos evaluar las condiciones del terreno, la orientación solar, las vistas panorámicas y otros aspectos que influyen en el diseño. Los drones equipados con cámaras de alta resolución y tecnología LIDAR pueden realizar levantamientos topográficos detallados de los sitios de construcción.
Una vez que se ha diseñado un proyecto arquitectónico, los drones pueden capturar imágenes aéreas para crear modelos 3D detallados del edificio y su entorno. Estos modelos son útiles para la visualización inmersiva, presentaciones a clientes y para comprender cómo el edificio se integrará en su ubicación específica. Los drones capturan imágenes aéreas que son utilizadas en la fase de diseño conceptual para comprender mejor el contexto del proyecto.
Durante la construcción y después de la finalización del proyecto, los drones son valiosos para la inspección de edificios. Pueden realizar inspecciones visuales detalladas de áreas de difícil acceso, como techos, fachadas altas o estructuras complejas. Las cámaras termográficas en los drones también pueden detectar problemas de aislamiento térmico o fugas de energía, e incluso humedades o zonas en las que han surgidos pérdidas de agua pasadas. Los drones son utilizados para inspeccionar de manera segura y eficiente estructuras existentes. Pueden volar alrededor de edificios para detectar grietas, daños en la fachada, problemas de impermeabilización u otros problemas estructurales que requieran atención.
Los drones pueden realizar vuelos periódicos sobre el sitio de construcción para capturar imágenes actualizadas del progreso de la obra. Estas imágenes se utilizan para comparar con los modelos 3D previamente creados, identificar desviaciones en el plan de construcción y tomar decisiones informadas sobre la gestión del proyecto. Los drones mejoran la seguridad en las obras al proporcionar una visión aérea en tiempo real de las actividades en el sitio. Esto ayuda a identificar y abordar rápidamente posibles riesgos para la seguridad de los trabajadores. Además, los drones pueden monitorear áreas extensas para detectar intrusiones no autorizadas o actividades sospechosas durante las fases de construcción y operación.
Los drones también se utilizan para mejorar la seguridad en los sitios de construcción al monitorear el cumplimiento de normas de seguridad, identificar riesgos potenciales y supervisar la presencia de personal en áreas peligrosas.
Con el tiempo, los drones han demostrado ser herramientas valiosas para los arquitectos y profesionales de la construcción, ya que permiten realizar tareas de manera más eficiente, segura y económica en comparación con los métodos tradicionales. Esto ha llevado a una mayor integración de los drones en el proceso de diseño, planificación y construcción de proyectos arquitectónicos, tanto para empresas constructoras como particulares.